La búsqueda de una tecnología que proporcione una solución al problema medioambiental ocasionado por las películas o láminas plásticas multicapa es el reto principal de una nueva iniciativa internacional. Un consorcio de investigación académica e industrial ha conseguido 12 millones de euros en dos proyectos financiados por la UE y China que se centran en los problemáticos plásticos multicapa.Los investigadores del
Instituto Tecnológico Athlone (AIT) y
Sigma Clermont comenzaron el pasado mes de diciembre de 2020 a trabajar conjuntamente en dos proyectos para desarrollar nuevas tecnologías que separarán, tratarán y reutilizarán plásticos multicapa. Los dos proyectos, titulados BioICEP y Terminus, han recibido un presupuesto total de 11,6 millones de euros en el marco de Horizonte 2020, el Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE y la Fundación Nacional de Ciencia de China.
La escala del problema es inmensa, pero a menudo pasa desapercibida. Los envases de varias capas, como por ejemplo las bolsas con productos crujientes y otros snacks listos para comer dentro de paquetes brillantes, representan hasta el 56% de los envases de plástico en los países desarrollados. Se estima que cada residencia en los Estados Unidos consume 27 kg de películas plásticas multicapa cada año. Aunque cumplen una gran función en muchos alimentos de supermercado y productos perecederos, los plásticos multicapa son muy difíciles de separar en capas que puedan ser recicladas eficazmente.Al final de los proyectos, dentro de cuatro años, los investigadores esperan que los resultados combinados de ambos proyectos anuncien una nueva generación de tecnologías verdes que transformen la forma en que vivimos con los plásticos. Cada uno de los proyectos se centra en un aspecto específico del ciclo de vida de los plásticos que, al combinarse, cerrará el bucle de nuestros procesos lineales en uno de circularidad.El proyecto Terminus es el punto de partida. Su objetivo es desarrollar una nueva biotecnología específicamente diseñada para separar las capas de las láminas multicapa y de los envases, utilizando enzimas para degradar las capas de adhesivo que mantienen los plásticos unidos. La tecnología desarrollada a través del BioICEP tomará las capas individuales de plástico generadas a través de Terminus y las descompondrá aún más en sus componentes químicos (un proceso conocido como despolimerización) utilizando una tecnología verde combinada mecano-química y enzimática. En esencia, los dos proyectos convertirán los residuos plásticos derivados del petróleo en bloques de construcción individuales para nuevos eco-plásticos de reemplazo que no sean dañinos para el medio ambiente. La combinación de las tecnologías BioICEP y Terminus proporciona una ruta para reciclar plásticos de varias capas y utilizar sus moléculas constituyentes para crear productos que sean perpetuamente regenerables, proporcionando una completa circularidad de los plásticos.La colaboración BioICEP-Terminus es una propuesta basada en la ecología para abordar el desafío mundial de los plásticos y su entorno, creando simultáneamente nuevas oportunidades para que la industria haga la transición de un modelo lineal de producción de plásticos basados en el petróleo a un modelo de producción basado en la circularidad. Los investigadores del AIT creen que los resultados de estos proyectos podrían abrir nuevos mercados potenciales para tecnologías ecológicas y el desarrollo de productos: la piedra angular de una economía circular que funciona para los negocios, la sociedad y el medio ambiente.En los proyectos BioICEP y Terminus participan 28 institutos de investigación y empresas de 15 países. Están financiados a través del programa H2020 de la UE y la Fundación Nacional de Ciencias de China, apoyado por Enterprise Ireland.